Edificio histórico es demolido

En estos días la fachada de lo que otrora fuera un edificio histórico fue demolida, ubicado junto al edificio marcado con el número 92 de la calle de Manuel Carpio, edificio igual protegido en el nivel 4 al igual que el ya desaparecido edificio, esto a pesar de que la fachada se encontraba protegida al ser un edificio catalogado por el INBA y se encontraba dentro de la lista de edificios de valor arquitectónico en el Plan Parcial de Desarrollo Urbano de la colonia Santa María la Ribera.

Esto nos demuestra que es necesario una unión entre vecinos para fomentar el interés por la protección de nuestro patrimonio, ya que vivimos en una zona histórica, una colonia de casi 150 años de existencia y cuyo número de edificios catalogados asciende a la increíble cifra de 1,040 según el último levantamiento realizado. Es necesario que entre nosotros nos interesemos por proteger nuestro barrio, pues las autoridades no tienen interés alguno en su protección y lo peor es que parece que entre los vecinos hay una apatía o ignorancia del valor de la zona en la cual viven, esta apatía ya ha permitido que nuestra Alameda haya sido mutilada por las autoridades delegacionales, sin que haya una sola señal de descontento por la degradación de nuestro espacio más importante y de seguir esta actitud por parte de nosotros los colonos, será cuestión de tiempo para que nuestro patrimonio sea borrado, edificio por edificio, sin que los vecinos hagamos algo por dar de nuestra parte para mejorar las condiciones de nuestra colonia.

El edificio demolido era una pieza de arquitectura irrepetible en la ciudad, con detalles moriscos que no se encuentran en ninguna otra parte de la ciudad y seguramente de haber un interés de nuestra parte, el edificio estaría hoy en día en pie junto con otros tantos que ora por omisión, ora por desinterés ora por avaricia han sido borrados de nuestra colonia, llevándose con ellos una parte importante de nuestra historia y de nuestra arquitectura nacional. En este enlace es todavía posible ver la fachada del edificio en pie.

Junto con este, hay muchos otros que suponen un patrimonio que vale la pena defender y luchar por su renovación, pues muchos son piezas únicas de arquitectura dentro de la Ciudad de México y son dignos de ser conservados por mucho tiempo más como un símbolo de una etapa histórica importante de nuestro país y de la que nosotros somos totalmente responsables.

Otro ejemplo lo tenemos en el Teatro Bernardo García, antiguamente Cine Las Flores, de estilo eclético en su arquitectura, combinando elementos Art-Nouveau en su marquesina de herrería con detalles coloniales en su fachada que de ser restaurado, podría bien servir como un centro cultural e icono para la colonia, como lo son el Museo de Geología o el Museo Universitario del Chopo. También tenemos los Baños San Cosme, que combina elementos Art Decó en su puerta, con Funcionalismo en su fachada y que por tanto, debe ser conservado para el disfrute de los habitantes de Santa María y los visitantes, quizá no como baño público, pero con cualquier otro fin que traiga beneficios a la colonia. De igual manera, el edificio ubicado en Salvador Díaz Mirón, casi esquina con Dr. Atl, únicamente conserva su fachada, que por su belleza merece ser recuperado y utilizado como beneficio para los habitantes, pero por su fragilidad, es cuestión de tiempo para que se pierda por siempre y con ello, una de las fachadas más atractivas de la colonia, que pide una restauración.

En fin, ustedes conocerán otros inmuebles que consideren importantes para su colonia y han de tener ideas sobre como mejorar la vida dentro del barrio, pero esto sólo es posible en un ambiente de interés por parte de los vecinos para poder exigir que nuestra colonia sea reconocida como Zona de Monumentos Históricos y con ello, al menos tengamos la protección que nos otorgarían las leyes para endurecer las reglas de construcción, evitar la destrucción de más obras arquitectónicas simbólicas y fomentar la restauración de edificios históricos para el beneficio tanto de habitantes, como de visitantes como de comerciantes que aquí tienen establecidos formalmente sus negocios.

Por tanto, espero que esto les sea de interés y que tengan interés en ponerse en contacto para encontrar una manera de llamar la atención de las autoridades que durante mucho tiempo no han demostrado sino desinterés en la vida de los habitantes de nuestra colonia.